El carbón es una roca sedimentaria compuesta principalmente por una fracción orgánica (macerales) y, en menor proporción, por sustancias minerales, que contiene asimismo agua y gases en poros submicroscópicos. Estos compuestos orgánicos mayoritarios resultan de la formación y condensación de anillos polinucleares carbocíclicos (figura 1), donde el carbono, hidrógeno y oxífeno son los elementos fundamentales, y el azufre y nitrógeno son complementarios.
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| Figura 1: Representación esquemática de las macromoléculas de carbón. |
La composición y estructura de un carbón dependen del proceso particular de carbogénesis que éste ha sufrido. En este sentido, para la caracterización de un carbón se hace referencia a su disposición petrográfica, es decir, a la proporción y distribución de sus respectivos macerales y minerales constituyentes. De esta manera se distinguen, por ejemplo, los carbones húmicos y los carbones sapropélicos.
En el diagrama de Van Krevelen (figura 2) se representan los combustibles naturales en función de los ratios atómicos oxígeno/carbono (abscidas) e hidrógeno/carbono (ordenadas).
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| Figura 2: Representación de combustibles según Van Krevelen. |
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| Tabla 1: Características medias de los combustibles de la serie ligno-hullera (características relativas al combustible puro). |



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